VIAJE A LA ALDEA DEL CRIMEN
Pról. Antonio G. Maldonado
Ed. Libros del Asteroide
2016
Leo en la revista Mercurio la conversación entre Antonio Lucas y Rubén Amón acerca del momento de revitalización de la crónica periodística. En un tiempo en el que la noticia nace ya vieja, la crónica supone una tabla de salvación para el periodista. " La noticia ya es de anteayer", apostilla Lucas. Por eso es bueno que el periodista tome postura, cree opinión e indague en las raíces de los problemas. Y he aquí, que la crónica sea esa mezcla de periodismo y literatura en la que los periodistas puedan desarrollar un estilo propio.
A propósito de este renacer, se reedita en España Viaje a la aldea del crimen. Documental de Casas Viejas, de Ramón J. Sénder ( Editorial Libros del Asteroide, 2016 ):
Publicado por primera vez en 1934, Viaje a la aldea del crimen es
uno de los mejores reportajes españoles del siglo xx y un libro
fundamental para entender las profundas tensiones políticas y sociales a
las que tuvo que hacer frente la Segunda República.
Que yo, Gema Estudillo, publique un artículo sobre la crónica de esta matanza no es azaroso. Mi abuelo Francisco Estudillo Orellana, natural de Benalup ( Casas Viejas ) fue encarcelado tras los sucesos de aquel 10, 11 y 12 de Enero de 1933. Fue apresado y enviado a la prisión del Pto. de Sta. María por pertenecer a la CNT y estar en posesión de una pistola que le había regalado su tío José Suárez, uno de los promotores del asalto. Hasta allí se trasladó Ramón J. Sénder para entrevistar a los presos y allí fue entrevistado mi abuelo.
Posteriormente, tras el estallido de la guerra civil, Francisco Estudillo Orellana fue prisionero en el campo de concentración de Albatera ( Alicante ). Al ser oficial del ejército republicano, fue trasladado para ser sometido a Consejo de Guerra a la prisión de Porta Coeli en Valencia, más tarde a la de Algeciras y finalmente a la de Ronda, de donde fue absuelto en el año 1941 por no haber cometido crímenes de sangre.
Recuerdo también que durante mi infancia, rondaba de vez en cuando la casa de mi abuelo un extranjero con una gorra. Era el profesor de antropología de la Universidad de Washington Jerome Mintz.
A lo largo de dos décadas y gracias a la colaboración de las familias, Mintz recopiló información sobre aquella tragedia. Su legado, un gran fondo documental compuesto por libros, 5000 fotografías, seis películas y cientos de
audios que hablan de la historia reciente de Benalup y Andalucía, se encuentra en el Museo de Washington y de Indiana.
Gema Estudillo