martes, 11 de diciembre de 2018

POESÍA Y DESPLAZAMIENTO. Benito del Pliego


Revista Alameda 39. Número 3

Poesía y desplazamiento: el caso de los poetas latinoamericanos en España*
Benito del Pliego

De migraciones y poetas

Si las historias nacionales de la literatura tuvieran que dejar de lado las obras escritas fuera del lugar de origen de sus autores, nos encontraríamos con un panorama significativamente diferente del que nos ponen hoy ante la vista los manuales de literatura. La separación del lugar de origen (el exilio, el viaje, la expatriación) son temas centrales para la literatura de todos los tiempos, en parte porque estos desplazamientos (forzados o deseados) son una constante en la humanidad. También en los textos fundacionales de las literaturas romances de la Península este asunto está presente: las jarchas indagan con frecuencia en el dolor que produce la separación del amado; en El mío Cid el exilio del héroe castellano es una parte esencial de la trama. El asunto se convierte en una constante desde el romanticismo, y no solo porque la situación política española desencadena el primer exilio masivo de intelectuales, sino también porque la figura del viajero y el extranjero ganan en estatura simbólica. Sin embargo, nunca había habido tantos autores escribiendo fuera de su lugar de origen como en el presente, ni tantas personas interesadas en las particularidades de sus historias. Claro está que los motivos de estas migraciones tienen poco que ver con motivos estéticos (como sucedía a principios del siglo XX con artistas que buscaban en Francia el epicentro de las artes de su tiempo). La diáspora literaria de hoy crece junto a los movimientos migratorios que se vienen produciendo en las últimas décadas y han comenzado a ofrecer frutos que cuestionan los modelos tradicionales de comprensión y transmisión de la literatura propuestos por las instituciones literarias de los países a donde esos escritores llegan. Por esta vía la conexión entre literatura y migración comienza a dar lugar a consideraciones donde lo sociológico y lo estrictamente literario se ven obligados a dialogar. Un diálogo de ese tipo sigue a continuación en relación a dos aspectos específicos dentro de estos campos: el de la poesía y el de los poetas latinoamericanos establecidos en España.

Migraciones, poesía y discurso de masas.

Se estima que existen en el mundo unos 250 millones de personas que trabajan fuera de su lugar de origen. Lo más llamativo de este fenómeno no es, sin embargo, el número (un porcentaje mínimo de la población global), sino la honda repercusión que tiene tanto en las sociedades implicadas de uno y otro lado. En España, un país que estuvo enviando remesas de trabajadores al extranjero hasta los años 70, la cantidad de los nacidos en otro lugar se multiplicó desde los años 90 y los primeros de la (llamada) crisis económica y llegó a situarse por encima del diez por ciento de la población total. En Porcentaje, este fue uno de los incrementos más acelerados del mundo, muy próximo al de dos de las regiones con una tradición más fuerte y sostenida, EE.UU. y Alemania. Sin embargo, en cuanto la significación de estos datos solo puede medirse teniendo presente la respuesta social que tiene, probablemente lo que mejor refleja la importancia del fenómeno es su continua aparición entre los temas que, según las encuestas oficiales de opinión pública, más preocupaban a los españoles; un indicador complementario parece ser la permanente cobertura que hacen de él (y de sus reverberaciones políticas) los medios de comunicación. Hoy, tras casi una década de “crisis” el signo migratorio vuelve a ser positivo y la población de españoles nacidos en el extranjero es de unos cuatro millones y medio.
No hace falta mirar muy lejos para darse cuenta de que los efectos del desplazamiento masivo de personas, tal y como se produce en muchas sociedades desde mediados del XX, tiene complejas ramificaciones. La amplia presencia de la inmigración como tema en las artes y la literatura ratifica la sensación de que tiene una evidente derivación cultural. Al hilo de esta expansión han surgido nuevos campos de estudios (los estudios postcoloniales y las áreas étnicas de ciertas literaturas nacionales) y también aportaciones teóricas tan significativas como las de Edward Said. Por otro lado, algunos de los creadores y de las poblaciones marcadas de algún modo por la experiencia del desplazamiento también han encontrado una aceptación pública indiscutible; así, por ejemplo, en Estados Unidos, asuntos como la literatura hispana en sus diferentes manifestaciones (chicana, nuyorican, cubana…) ocupa ya un espacio propio tanto en los temarios de los departamentos de inglés de las universidades, como en las librerías y las bibliotecas.
A juzgar por ese interés, lo que el cine, la novela o la fotografía tengan que decir sobre este asunto es muy significativo. Estos medios ámbitos una vía más de comunicación para (y con) los que se ven directamente tocados por la experiencia; además, la producción cultural de (o sobre) estas minorías supone una alternativa a los discursos que tienden a presentarlos de forma unívoca desde los espacios de poder... Los medios de comunicación de masas son una de las voces más ensordecedoras en esta discusión; a través de ellos hemos acumulado toda una gama de imágenes estridentes, a veces apocalípticas, relacionadas con los aspectos más duros del desplazamiento, la emigración y el exilio; estas voces funcionan como una verdadera apisonadora crítica que impide cualquier discusión de fondo. Frente a este tipo de construcción plana del fenómeno, es esencial tener claro que las repercusiones individuales y sociales no son uniformes, y van más allá de las situaciones de emergencia con la que la pantalla oscurece nuestra vista. Es aquí donde las representaciones artísticas del tema adquieren una importancia capital, pues, en el mejor de los casos, combaten los estereotipos que estamos denunciando.
Acercarnos a este tema desde una perspectiva tan específica como la de los poetas permite, en cambio, leer toda una gama de respuestas creativas donde este (y de otros) asuntos hacen su aparición mediante un uso individualizado de la palabra. Ciertos aspectos, ciertas actitudes, ciertas simbolizaciones que encontramos en los poetas, responden a nociones compartidas con corrientes de pensamiento, pero como en el poema raramente nos encontramos con referentes inequívocos, estos temas solo surgen como parte de la búsqueda poética que un texto provoca en los lectores. En otras palabras, como en poesía la búsqueda formal es parte intrínseca del sentido del poema, cualquier aproximación a este (o a otros temas) tendrá que ser trasversal, metafórica, mediada por la conciencia del lenguaje.
Esto no significa que el poema deje de ser relevante para para el tema que se trata aquí. Prestar atención al modo que se formaliza el sentido de un poema nos ayuda a ver aquello que los medios de comunicación hacen invisible: la acción y la ideología del lenguaje en el debate sobre los desplazamientos. La poesía obra en sentido opuesto al del discurso político y mediático; mientras este encaja lo que sucede en fórmulas e ideas pre-establecidas, busca en su análisis la confirmación de las teorías que sustentan su discurso, confunde lo real con una representación plana y predecible, una convención domesticada por un lenguaje no menos convencional. El poema, en el mejor de los casos, desencadena el lenguaje de los prejuicios que ciegan su capacidad significativa, y nos hace experimentar aquello que el poema crea; también la intemperie y la inestabilidad, también el trasbordo de lo familiar a lo extraño.

Del desplazamiento de los poetas al desplazamiento en poesía.

Por supuesto, el diálogo entre los términos desplazamiento y literatura no solo concierne a la perspectiva social. El debate también tiene consecuencias literarias: contemplar la poesía a la luz del fenómeno del desplazamiento pone en evidencia una serie de tópicos que operan sobre ella modelando su comprensión y sus alcances. Hay dos asuntos fundamentales para la tradición literaria moderna que hay que repensar a la luz de este asunto: el carácter nacional de las tradiciones poéticas y la noción romántica de que todo poeta es, metafóricamente, un exiliado. A estas ideas habría que añadir, en el caso del grupo de poetas que se considera aquí, otro asunto que les afecta de forma particular: la supuesta unidad de la poesía escrita en castellano (por encima y más allá de sus orígenes nacionales).
El asunto de la nacionalidad y el de la lengua están estrechamente vinculados desde el Romanticismo. En cuanto la lengua se ha venido considerando el fundamento de un espíritu nacional, la comunidad establecida en torno a ella legitima las demarcaciones políticas, y sus manifestaciones literarias se someten a organización y transmisión canónica nunca exenta de intención. Los conflictos que estas justificaciones han provocado a lo largo de la historia están a la vista de todos; la identidad nacional sigue considerándose en términos excluyentes, aunque de hecho la inscripción de los individuos en estos ámbitos sea relativa y flexible: se puede ser, y de hecho se es, por ejemplo, español (y por tanto europeo) y latinoamericano, sin que esto implique mayores contradicciones. Esta superposición de identidades es una muestra más de lo que sucede en otros terrenos de la subjetividad.
Los presupuestos nacionalistas siguen siendo un factor determinante en la configuración de los panoramas literarios que, con demasiada frecuencia, constituyen la principal puerta de entrada para los lectores a la poesía. La antología es un instrumento (un género) fundamental para la divulgación de las obras poéticas y, consecuentemente, para el establecimiento de lo que es, en ese ámbito, representativo de cierta cultura. Estas antologías tienen fuertes fundamentos nacionales y lingüísticos, aún en casos como el español donde la multiplicidad debería ser un asunto consabido. Es inevitable comprender los factores de carácter práctico que siguen dando vigencia a estas coordenadas; pero también hay que reconocer sus limitaciones, su ideología y el carácter convencional de estos criterios; de ningún modo nos encontramos ante hechos naturales y, en este sentido, cabe la posibilidad de entenderlos desde otras perspectivas.
De hecho, la práctica crítica ha comenzado a dejar ver cierto tipo de contradicciones.  Los autores latinoamericanos establecidos en el territorio nacional son en este sentido uno de los mejores indicadores de la ambivalencia crítica. Si, por un lado, la condición de extranjería sigue pesando en la percepción pública incluso después de décadas de residencia, por otro, la vinculación lingüística ofrece una vía innegable de integración. Las tensiones inherentes hacen que ocasionalmente se crucen los márgenes estrictamente nacionales. Así en las últimas décadas han ido aparecido antologías de poesía en las que se incluyen autores de origen latinoamericano ubicados en España como Julio Espinosa Guerra, Andrés Fisher, Carlos Vitale, Neus Aguado, Rodolfo Häsler, Laura Giordani, Óscar Pirot... Este acierto crítico, que rompe con la visión nacionalista más estrecha, podría haber sido culminado de haberse tenido en cuenta el carácter diferencial que este hecho introduce en la situación (y en la escritura) de alguno de estos autores. El no-reconocimiento del vínculo entre estos poetas subestima la importancia que el desplazamiento puede tener en la conformación de las respectivas miradas poéticas y en la posición que ocupan en el panorama literario cuyo marco de referencia sigue siendo acotado en términos de nacionalidad. La actitud igualitaria de los críticos termina por obviar ciertos rasgos, quizá fundamentales, vinculados a la condición desplazada de este tipo de autores.
También la lengua, paradójicamente, puede suponer otro condicionante que dificulta su visibilidad. Si les coloca en mejor situación que a los inmigrantes para quienes el castellano comenzó siendo una lengua extranjera (de los hay una abundante presencia en España), también encubre las divergencias en sus intereses y trayectorias poéticas. En todo lo que respecta a la poesía, el uso de una lengua no es más que el elemento más básico de la cuestión. La relación con ciertos “lenguajes” poéticos, con tradiciones y formas a las que se han dado preferencias en ciertas comunidades y no en otras, complica sustancialmente la relación con el canon preferido por los críticos del país de acogida; aunque no pueden descartarse coincidencias fundamentales entre los autores latinoamericanos y los españoles, especialmente cuando los autores llegan a edad temprana al país, parece cierto que el lugar en el que se aprende a escribir, con el entramado de conexiones históricas y culturales asociadas a él, tiende a demarcar afinidades que en otros espacios resultan excéntricas o marginales. La aceptación simplista de la famosa afirmación de Pessoa —“La única patria del poema es su lengua”— implica en este caso la aceptación de que las diferencias derivadas de la inserción, física e intelectual, de un autor en un espacio distinto al de su tradición, no tienen mayor importancia.
De nuevo nos encontramos ante un ejemplo de cómo un punto de partida igualitario termina por ser desfavorable a aquellos cuyas circunstancias son singulares dentro de cierto contexto. Sucede algo similar a lo que los estudios feministas han venido señalando desde hace décadas: que la calidad literaria funciona con frecuencia como coartada para desatender a ciertas minorías.
Algunas resistencias a tomar en consideración los rasgos diferenciales que identifiquen a los autores desplazados parten de la convicción de que, finalmente, todo poeta es un exiliado. En esa postura, y a raíz de la consideración de distintos exilios, coinciden un gran número de autores, hasta el punto de que se podría decir que se trata de un lugar común bastante extendido. Es verdaderamente sorprendente que la introducción de un elemento metafórico haya terminado por contribuir al desinterés por ciertas situaciones históricas, pero esta parece ser la lógica que opera en estos casos: el poeta, por el hecho mismo de serlo, es metafóricamente hablando un exiliado; por lo tanto, el caso de los que se ven separados de hecho de su lugar de formación no tiene nada de excepcional. Gracias a este presupuesto una condición que puede ser crucial para entender a un individuo desde una perspectiva social se supone irrelevante para su obra. Esta perspectiva insiste en la existencia de una comunidad poética en la que sólo cabe diferenciar los textos (y los autores) por matices de estilo; esto termina en muchos casos por reducirse a la utilización de un criterio de calidad estética que, sin embargo, nunca está exento de condicionantes como, por ejemplo, los nacionales. Para lo que se discute aquí esta actitud significa desarticular, de entrada, el potencial crítico de algunas de las prácticas literarias de los autores desplazados. Aunque también es cierto que hemos comenzado a ver apuestas críticas capaces de hacer lecturas muy significativas a partir de la consideración del exilio como una posición no estrictamente relacionada con la situación histórica de los autores. Un ejemplo muy cercano: Poesía como Exilio. En los límites de la comunicación del también poeta (de origen argentino) Arturo Borra.
La posición del migrante concentra una tensión en torno a su escritura: si de un lado su posición excéntrica le convierte en un elemento de disgregación del pacto igualador que cimientan las posiciones nacionales, por otro, el alcance público de su tarea sirve para roturar un nuevo territorio para aquellos cuya actitud respecto a las tradiciones escapa a las previsiones establecidas. Aquí la metáfora del escritor como exiliado se recupera a favor del desplazado en términos reales: su posición le convierte en un referente para la apertura de nuevos espacios. Este referente responde a la lógica de la descentralización que preside algunos fenómenos propios de la postmodernidad, donde lo excéntrico deviene central, donde lo marginal es protagonista.
Este vuelco de la perspectiva puede transformar las posiciones críticas y creativas. Si prestamos atención especializada a estos factores la reflexión sobre la literatura desplazada podría convertirse en reflexión sobre el desplazamiento de la literatura, es decir sobre el modo en que su presencia impulsa nuevas relaciones con la escritura. No se trataría tanto de profundizar en diferencias arbitrarias como de considerarlas y sacar consecuencias sobre efecto de la literatura “nomádica” en las formas modernas de hacer y de entender. Esta es una discusión convergente con otros aspectos mejor explorados de literatura postmoderna, como la literatura de mujeres; la apertura de nuevos espacios de legitimidad literaria y crítica relativiza los abusos que la asimilación forzada a los parámetros de la mayoría han causado tradicionalmente entre aquellos que, por convicción o circunstancias, disentimos.
No hay porqué ser ingenuo respecto al alcance que el diálogo entre estos dos fenómenos (poesía y desplazamiento) puede tener en nuestra sociedad. Supongo que son más los interesados en no ver las posibilidades de transformación que los que encuentran en ella una esperanza. En cualquier caso, en lo que respecta a este fenómeno apenas estamos comenzando a sentar las bases de lo que, de seguir las cosas como están, no tendremos más remedio que seguir hablando. Nunca es demasiado pronto para comenzar a escuchar a los principales interesados.



* Este reproduce con ligeros cambios y actualizaciones el que se publicó en el número 6 de la revista Paralelo Sur. Una visión más matizada sobre el asunto puede leerse en Extracomunitarios. Nueve poetas latinoamericanos en España. Madrid: FCE, 2013

HILDE DOMIN y el despertar de la conciencia poética

HILDE DOMIN Y EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA POÉTICA.
El descubrimiento de la literatura española.
Gema Estudillo
30 diciembre 2016
Es knospt                          

unter den Blättern             

das nennen sie Herbst .      

                   Hilde Domin                     

El 5 de abril de 1960 la doctora Hilde Palm, posteriormente conocida como Hilde Domin ( 1909 – 2006 ), envió una carta en alemán a Max Aub desde su domicilio de la calle Ruiz de Alarcón de Madrid en la que decía:

“ Me gustaría hacerle saber que la editorial  S. Fischer, que es bien conocida por usted, me ha encargado la redacción del volumen Spanien Erzählt, que debería aparecer en la librería Fischer, supuestamente en 1961. Estos volúmenes, que están ya circulando, salen con una edición de al menos 40.000. Me gustaría tener un ejemplar de sus  relatos ( ¿ El Manuscrito Cuervo ha aparecido solamente en una revista ?) Si lo estima oportuno, le agradecería que me expusiera, si lo desea, cuál es en su opinión su mejor y más característico cuento” [1]

El citado volumen no apareció finalmente en Alemania hasta 1963. En él, además del relato “ La ley “ de Max Aub, se recogieron otros de Ramón J. Sénder, Luis Goytisolo, Rafael Sánchez Ferlosio, Jorge Campos y otros veinte escritores españoles, algunos de ellos traducidos por primera vez al alemán [2]. Con muchos de ellos Domin entabló una relación personal, tal es el caso de Aub, Jorge Campos o Aquilino Duque; con otros, mantuvo al menos en alguna ocasión algún tipo de correspondencia.
            La interesante biografía de la poeta alemana ha sido relatada con bastante amenidad por Antonio Pau en su libro Hilde Domin en la poesía española[3]. Domin había nacido en Colonia en 1909 y tanto ella como su marido, Erwin Palm, eran judíos. Fue una mujer perspicaz y luchadora que supo predecir con bastante antelación los avatares históricos de Europa a principios de los  cuarenta. Como cientos de miles de judíos, el matrimonio Palm emigró a latinoamérica y vivió en Santo Domingo desde 1940 a 1953. Aunque su asentamiento en la isla estuvo plagado de problemas, Domin y su marido supieron rodearse rápidamente de un nutrido grupo de intelectuales, españoles exiliados de la guerra civil en su mayoría[4].

            En la isla tuvimos que decidir si hablar solo italiano o alemán entre nosotros. Nos decidimos por el alemán, lógicamente. Obrábamos de este modo, excepto con los dominicanos, en su mayoría intelectuales españoles refugiados de la República española”

Trabajadores incansables ambos, provistos ya de una vasta cultura bibliográfica y con dominio de varias lenguas ( alemán, francés, inglés e italiano ), comenzaron a estudiar español a partir de la lectura de autores españoles clásicos: Lope de Vega, Unamuno, Rafael Alberti o Federico García Lorca. Tal sería la admiración que estos autores despertaron en ellos, que ambos se empeñaron durante años en traducirlos al alemán y publicarlos.  En 1958 consiguen publicar en Alemania una antología poética de autores españoles e hispanoaméricanos que se tituló Rosa aus Asche[5]. Los años que el matrimonio pasó en la isla han sido ampliamente relatados por Domin en varios libros autobiográficos publicados por la editorial Fischer. Entre sus amistades en Santo Domingo, estaban el  músico Enrique Casals Chapí, el pintor Vela Zanetti y el profesor Jesús de Galíndez a quienes nombra en la correspondencia que Domin le envió a su marido entre 1931 y 1959 y que fue publicada por la editorial Fischer en 2009.[6] La propia Domin reconoce que fueron ellos los que les dieron a conocer la literatura española y la influencia que ésta ejerció en sus primeros poemas:

            “ Son ( los primeros poemas ) poemas de amor y de cama,  además de abordar, por así decirlo, la realidad del amor. Tal y como Lorca pretendía.”[7].

            Muy poco o casi nada,  ha sido estudiada esta influencia  en los inicios literarios de Domin más allá de su famoso epitafio inspirado en un verso de Lope de Vega: “ Puse un pie en el aire/ y me sostuvo “. Aunque en Rosa aus Asche aparece Erwin Palm como traductor, años más tarde la poeta reconocerá que una gran parte de los poemas fueron seleccionados y traducidos por ella misma. El epílogo del libro, probablemente escrito también al alimón, arroja mucha luz sobre cuales fueron para Domin y Palm los criterios de selección de poemas y los méritos a destacar en cada uno de los autores seleccionados por ellos. Testimonia, además, el profundo conocimiento de la historia de la literatura española, tanto culta como popular, que ambos llegaron a alcanzar. El matrimonio solía asistir a los conciertos que por aquellos años ofrecía la Orquesta Sinfónica de Santo Domingo dirigida por el español Casals Chapí[8] y años más tarde, Domin también dejó plasmada en su autobiográfia la gran estima que le tenía. Hay en este epílogo una breve explicación sobre autores clásicos del barroco como Lope de Vega, Góngora o Quevedo. También sobre autores contemporáneos en aquel momento como Lorca, Alberti, Vallejo o Huidobro y sobre la lírica popular de la Edad Media. Habría que recordar también, que Casals Chapí colaboró en el montaje de obras teatrales con Cipriano Rivas Cherif, creó piezas musicales para las obras de Lope de Vega que versionó Federico García Lorca ( La dama duende, El caballero de Olmedo y El villano en su rincón ) y que fueron representadas por Margarita Xirgú en la Residencia de estudiantes. Casals también publicó piezas musicales basadas en sonetos, villancicos y canciones. He aquí un fragmento del epílogo de la antología Rosa aus Asche firmado por Erwin Palm:

“ Das frühe und das moderne Gedicht wachsen in Spanien aus der gleichen lyrischen Voraussetzung. Das Vergnügen am Zufall von Reim und Takt, der Wort oder Bild aus der Flut des Sinnlosen auftauchen läßt, ist beiden gemeinsam. Es verbindet die aus der Mechanik der Sprache und dem Automatismus entwickelte moderne dichterische Technik mit der mittelalterlich-spielerischen Anmut eines frühkastilischen villancico wie:
Ich war immer braun und klein.
Die Einen sagen ja, die Andern sagen nein.
Die, die um mich werben,
sagen ja,
die, die für mich sterben,
sagen nein.
Ich war immer braun und klein.
Die Einen sagen ja, die Andern sagen nein. “[9]
“ La antigua y moderna poesía nace en España del mismo presupuesto lírico. El placer en hacer coincidir la rima y el ritmo, que hacen que la palabra o la imagen broten de la fluctuación del sinsentido, es común en los dos. Lo que conecta la técnica de la poesía moderna desarrollada a partir del lenguaje mecánico y el automatismo con  la gracia juguetona medieval de un villancico antiguo castellano como:
Morenica m'era yo;
dicen que sí, dicen que no.

Unos que bien me quieren
dicen que sí;
otros que por mi mueren
dicen que no.
Morenica m'era yo;
dicen que sí, dicen que no. [10]

Esta coincidencia en que sea el ritmo o la cadencia la que otorgue sentido a la palabra o a la imagen ilógica, es precisamente una de las características de la poesía de Hilde Domin. Los originales de algunas de las composiciones de Casals se hallan hoy en los fondos de la  Biblioteca Nacional y es muy probable que el matrimonio estuviera al día, por sus frecuentes tertulias, de las creaciones musicales de su buen amigo y de las fuentes de las que bebía.
De la inestimable ayuda que Hilde Domin prestaba en las traducciones, artículos y conferencias que posteriomente publicaba Erwin Palm como profesor de la Universidad de Santo Domingo y de las relaciones que mantenían con los españoles intelectuales de la isla, dan cuenta plenamente las palabras que se recogen en una carta que Domin envió a su marido el día 4 de octubre de 1945[11]:

            “ Todavía algo práctico: ( dice al final a modo de postdata ) me gustaría escribirle a Kern sobre ti con bastante detalle, además tú quieres escribir un nuevo libro,etc ( por mencionar viejas cosas ) y quizás también mencionarle la traducción de Lorca. Espera a que yo te informe de la crítica.
Los artículos más grandes podría quizás transcribirlos Galíndez[12], después de que se los hayas dado a Enrique[13] y los haya corregido. Yo tendré bastante que hacer con la conferencia etc, y se necesita demasiado tiempo”

Efectivamente,  la vida en la isla no fue fácil para Domin, que incluso llegó a acuñar el término “ Inselkäfigexistenz” que se podría traducir como “ el sentimiento de vivir atrapado en una isla”. Este sentimiento de claustrofobia hizo que la futura poeta hallara muy pronto una vía de escape en la literatura y a través de ella adquiriera, también pronto, un gran dominio del español. En realidad, ambos vivieron volcados durante los primeros años en el aprendizaje de la lengua y la literatura y en la traducciones de Rosa aus Asche. Que este hecho supuso para Domin una tabla de salvación personal, lo demuestra el título de su primer libro de poemas publicado en 1959 en Frankfurt, Nur eine Rose als Stütze ( Sólo una rosa como apoyo ), haciendo alusión a la antología ya mencionada.  Un año después de su llegada a la isla, Erwin Palm consiguió un puesto de profesor en la Universidad de Sto. Domingo y se trasladó a vivir a la capital, entonces Ciudad Trujillo. Domin, sin embargo, permaneció en la casa de Jarabacoa convaleciente de una grave enfermedad tropical. Desde allí le escribió a su marido una carta informándole sobre su estado de salud y sus progresos con las lecturas[14]

            “ Hoy por la mañana leí los periódicos del domingo y del lunes. Hoy no llegó nada.... Los poemas eran una colección de atrocidades, incluso Juan Tomás, el bueno.- En la “ Rueda Ibérica” ( sic ) hago buenos progresos, a pesar de las faltas del Lexikon y sus conocidas dificulades. Está admirablemente escrito, pero no es de mi gusto. Prefiero con diferencia a Unamo ( sic ). ¡ Un espíritu de pies ligeros![15]

 A mediados de los cuarenta, Palm comienza a viajar y a dar conferencias sobre sus descubrimientos en los yacimientos precolombinos. En cuestión de pocos años, Palm se acuñó fama de experto en arte hispanoamericano. En el año 46 fue nombrado consejero del gobierno en materia de conservación de monumentos, a partir de ese año visitó importantes universidades de casi toda centroamérica y entabló amistad con Alfonso Reyes, Manuel Altolaguirre y su segunda esposa, Max Aub, Ramón J. Sénder y muchos otros. A muchos de ellos Domin los nombra en sus cartas.
En una conversación con el escritor Aquilino Duque que colaboró con Hilde Domin en la traducción de varios de poemas, éste recuerda haber coincidido varias veces con el matrimonio. Una vez en Velintonia, la casa de Vicente Aleixandre en Madrid, a principios de los sesenta, puesto que  el matrimonio viviría en España entre 1955 y 1961; y otra en México, en un encuentro que Max Aub había organizado tras la muerte de Luis Cernuda en su casa de la calle Euclides. De la estrecha relación que el matrimonio alemán tuvo con Aub hasta su muerte, da cuenta la correspondencia que la Fundación Max Aub conserva en sus fondos. Un ejemplo de la sincera amistad que los unió es que los matrimonos se visitaron varias veces en México y en Alemania e incluso pasaron juntos la  pascua de 1966.  Encontramos felicitaciones de unos y de otros, tanto de Domin y Palm a Aub como viceversa, agradecimientos por el envío de libros y artículos, invitaciones o noticias como por ejemplo,  que María Teresa León le envió al matrimonio un ejemplar de La arboleda perdida de Rafael Alberti de quien Domin era una gran admiradora. Hasta casi la muerte de Aub, Erwin Palm y Hilde Domin no cejaron en su intento de publicar a Federico García Lorca en su traducción al alemán. En una carta que Palm envía a Aub el 10 de septiembre de 1965 le pide a éste que medie para que Rivas Cherif , a quien probablemente conocieron a través de Enrique Casals Chapí, le fotocopie unos artículos de Lorca del año 57. El 16 de septiembre del mismo año, Aub le contesta que Rivas Cherif no quiere prestárselos y le dice:

 “ No te he enviado El público ( de F.G Lorca ) por la sencilla razón de que Martínez Nadal no me lo ha enviado”.

En otra carta del año 66, Palm insiste en que Aub le envíe un ejemplar del El público. Ante la insistencia, Aub zanja el tema el 11 de abril de 1967 con estas palabras:

“ Referente a El público, la sagrada familia ( se refiere a la familia de  Lorca ) sigue oponiéndose a que se publique el texto pero Martínez Nadal, con quien estuve estos días en Londres, está acabando un libro acerca del mismo que posiblemente contendrá varios trozos de la obra”.

La última carta que conserva la fundación es de septiembre de 1970. Palm le anuncia a Aub que está de camino a México porque le han nombrado coordinador de un proyecto, que llegará en octubre y que Domin se reunirá con ellos más tarde porque antes quiere ir a Edinburgo, “ Me da una enorme alegría” dice “ volver a verte. Saludos a todos los de la casa. Un gran abrazo “.
Hilde Domin vivió en España entre 1955 y 1961. Durante este tiempo, entabló amistad con Vicente Aleixandre al que visitaba con frecuencia, con Jorge Campos, Bernabé Fernández-Canivell y su mujer con quienes también mantuvo una relación entrañable, Pablo García Baena, Vicente Núñez o Aquilino Duque entre otros. Entre 1957 y 1961 publicó en las revistas Cántico, Caracola e Ínsula. La correspondencia entre Hilde Domin y Bernabé Fernández – Canivell se conserva en el archivo personal del poeta. En cuanto a la publicación en Cántico, Domin envió a Ricardo Molina algunos poemas suyos y de Erwin Palm traducidos por ella al español. El 10 de febrero de 1957, Domin le envió una carta a su marido desde Fuengirola, en donde la poeta se había retirado unos meses a escribir mientras su marido seguía trabajando en Madrid. En la posdata de dicha carta Domin le dice: “ De Ricardo aún no he oído nada”[16]. En el archivo personal de Ricardo Molina se conserva una traducción al español del poema Wie wenig nütze ich bin[17] que la poeta traduce como ¡ Qué poco útil que soy ! La traducción está fechada en mayo de 1957 y firmada como Hilde Domin . Es finalmente en octubre de ese año, cuando aparecen en el último número de la revista Cántico tres poemas de los enviados por la poeta. Los tres aparecieron bajo la autoría de Erwin Palm y la traducción de Hilde Palm: Versprechen, Musik y Altamerikanisch. El útlimo de ellos es con mucha probabilidad -  por el tono, por el estilo hermético y referencial – no de Erwin Palm, sino de Hilde Domin. Es muy probable también que Ricardo Molina, que por aquel entonces había conseguido publicar los últimos números de la revista a trancas y barrancas,  confundiera a la poeta con la traductora. El poema podría haber sido compuesto entre 1952 y 1954, años en los que el matrimonio pasaba por una grave crisis sentimental. Domin había abortado dos veces. Erwin  Palm no quería tener hijos, pasaba largas temporadas en México y había llegado a sentir, según Hilde Domin, una gran atracción por la millonaria María Luisa Gómez Mena, segunda mujer de Manuel Altolaguirre que ejercía de mecenas del arte latinoamericano. Entre 1949 y 1952 Domin la nombra con angustia en varias de sus cartas[18] y le ruega:

“ Sé bueno contigo, cariño. No seas infame contigo mismo: No te maltrates, mi pequeño, no destruyas lo maravilloso que hay en ti”.

    “Por ejemplo todo el asunto María Luisa se podría ver y tratar de otro forma. A mi modo de ver, se divideen dos, aunque claro uno lleva al otro, el asunto y lo que tú haces ( de él ). Tú enredas todo lo posible tus propios sentimientos”.

El poema en cuestión, Altamerikanisch, está muy codificado y es posible que haga referencia a aquella atracción fatal que Erwin Palm sintió por María Luisa, a la que, según Domin, trataba como una diosa. Transcribo aquí el poema tal y como aparece recogido en la revista. Es muy probable que, una vez publicado por error bajo la autoría de Erwin Palm, la poeta lo desechara y decidiera no incluirlo en sus posteriores libros[19]:




ALTAMERIKANISCH

Die Münder sich verhüllt
wie Chrysanthemen blühn,
aus. Scham.
Aber auf allem Gliedern
steht es.
Eine Schrift läuft über die
Schenkel, die klar ist:
Die Wege sind falsch. Du
entkommst nicht.
Und es wird nichts verziehn.


DIVINIDAD MEXICANA

La boca está tapada,
por vergüenza,
tal crisantemo en flor.
Pero todos los miembros
hablan
y la escritura que corre
sobre los muslos dice:
Equivocados están los caminos.
No escapas. Y nada
se perdonará.
                        ( Trad. Hilde Palm )



En febrero de 1954 la situación matrimonial de los Palm está a punto de acabar y Domin escribe con desesperación desde Ciudad Trujillo:

“ Me avergüenzo tanto, me avergüenzo tanto de nosotros dos. Aquí muere Consuelo y pasa sus últimos días para que su vida, en la forma de la mía  y de tuya, se convierta en recuerdo. Aquí se separa Vela[20] de una mujer que ama y busca otra, con la que él pueda caminar por el mundo agarrado de la mano como nosotros. Lo dice él mismo.- Y aquí yazco en mi cama, roja de vergüenza desde la raíz del pelo a la punta de pie, y lloro. Mi amor, ¿ por qué no me has abandonado y por qué me haces esto ?[21]

La admiración de Domin por la poesía española y en especial por Lorca y Alberti, es testimoniada por ella misma en varias ocasiones. Que los inicios literarios de Hilde Domin están estrechamente vinculados a la poesía española y que sus primeros libros mezclan la poesía vivencial con la puramente intelectual, fruto de sus estudios y traducciones, es un hecho claro. A pesar de todo, los estudios literarios en España sobre su vida, sus relaciones personales, su poesia y la difusión de esta en nuestro país tienen aún un largo camino por recorrer. Confiemos en que este sea un buen inicio.


           


[1]Correspondencia de Hilde Domin y Erwin Palm con Max Aub. Copia cedida por la Fundación Max Aub. “ Ich möchte Sie gerne davon in Kenntnis setzen, dass ich für den S.Fischer Verlag, Frankfurt, Ihnen gewiss gut bekannt, die Redaktion eines Bandes SPANIEN ERZÄHLT übernommen habe[n], der in der Fischer Bücherei erscheinen soll, vermutlich 1961. Diese Bände zirkulieren ja sehr, kommen in einer Auflage von nicht unter 40.000 heraus. Gerne hätte ich also [L]eseexemplare Ihrer verschiedenen Erzählungsbände. ( Das Manuscrito cuervo ist nur in einer Zeitschrift erschienen? )Wenn es Ihnen recht ist, wäre ich Ihnen dankbar, falls Sie mir angeben wollten, welches Ihrer Meinung nach Ihre beste und charakteristischste Erzählung ist “ . Traducción de la propia autora del artículo.

[2]Spanien erzählt. Sechsundzwanzig Erzählungen. Ausgewählt und eingeleitet von Hilde Domin. Fischer Bücherei. Mai 1963. Frankfurt am Main.

[3]Pau, Antonio: Hilde Domin en la poesía española. Ed. Trotta. 2010. Madrid

[4]Domin Hilde: Aber die Hoffnung. Autobiographisches aus und über Deutschland. Fischer Verlag. 2006. Frankfurt. Pág. 26“ In Santo Domingo mussten wir uns entscheiden: sprachen wir nun italienisch oder deutsch miteinander. Wir entscheiden uns für Deutsch, natürlich. Wir verkehrten ja sonst, ausser mit den Dominikanern, in der Hauptsache mit spanischen Intellektuellen, Flüchtlingen der spanischen Republik”.  Tradución de la autora del artículo.

[5]Palm, Erwin: Rosa aus Asche. Spanische und Spanisch – Amerikanische Lyrik seit 1900. R. Piper & Co. Verlag. 1958. München.

[6]Bürger J, Druffner F.: .Die Liebe im Exil. Briefe an Erwin Palm aus den Jahren 1931 – 1959. Herausgegeben von Hilde Domin. Fischer Verlag. 2009. Frankfurt.

[7]Domin Hilde: Von der Natur nicht vorgesehen. Autobiographisches. Fischer Verlag. 2009. Frankfurt am Main. Pág. 21.“ Es sind ( die ersten Gedichte ) Liebes- und Bettgedichte, und also – tun- sie etwas, was die Wirklichkeit der Liebe angeht. Ganz wie Lorca es verlangt”. Trad, autora del artículo.

[8]Op. cit.  4. Pág. 110. Traducción de la autora del artículo: “Die Anschaffung des Plattenspielers war vermutlich unsere Reaktion auf die Abreise des spanischen Komponisten und Dirigenten Enrique Casal Chapí, eines früheren Mitarbeiters von Lorcas fahrendem Theater, - La Barraca -, der bald nach dem Krieg ein Orchester in Montevideo übernahm. Ich sehe ihn noch zwischen den Palmen auftauchen, niemand nächst den Bewohnern kam oft in das Haus. Niemand hat Scarlatti gespielt. Niemand luzider oder rascher mit mir E.´s spanische Texte verabschiedet....Er allein hätte ein Madrid ersetzen können”.
      “ La adquisición de un tocadiscos fue probablemente nuestra reacción a la partida del compositor y dirigente español Enrique Casals Chapí, un antiguo trabajador del teatro ambulante de Lorca - La Barraca-, que después de la guerra se hizo cargo de la orquesta de Montevideo. Aún le veo aparecer entre las palmeras, nadie más aparte de sus inquilinos frecuentó tan a menudo la casa. Nadie tocó Scarlatti. Nadie más lucido y decidido aprobó conmigo los textos españoles de E. ( Erwin )....Él solo habría podido reemplazar un Madrid ”.

[9]Op. Cit. 5. Pág. 136

[10]Villancico recogido en http://faculty.washington.edu/petersen/304/villanci.htm

[11]Op. Cit. 6: Pág. 190 :“ Noch einiges Praktische: ich würde an Kern ziemlich ausführlich über Dich selbst schreiben, auch dass Du ein neues Buch drucken willst etc. ( die alten Sache erwähnen )und vielleicht die Übersetz[un]g des Lorca erwähnen ( ? )?) Warte bis ich Dir über die Kritiken berichte.
        Den grossen Artikel könnte vielleicht Galindes abschreiben, sobald Du ihn verbessert und Enrique zum Lesen gegeben hast. Ich werde an der Conference etc. genug zu tun haben, und es dauert zu lange.”

[12]Se refiere a Jesús de Galíndez, el famoso dirigente nacionalista vasco que estuvo exiliado en Santo Domingo desde 1936 a 1949 en cuya universidad llegó a ser catedrático de derecho. A partir de 1944 trabajó como asesor legal del gobierno del general Trujillo en materia de trabajo y economía. En el año 1946 se trasladó a New York en donde trabajó como profesor de derecho en la Universidad de Columbia. Fue secuestrado y trasladado a Santo Domingo en donde supuestamente fue asesinado por la fuerzas de seguridad del dictador Trujillo. Jesús de Galíndez actuó como espía del FBI durante el tiempo que vivió en la isla.

[13]Se refiere al músico Enrique Casals Chapí .

[14]Op. Cit. 6: “ Heut morgen las ich die Zeitungen von Sonntag & Montag. Heut kam keine... In der “ Rueda Ibérica” mache ich gute Fortschritte, trotz fehlenden Lexikons, & obwohl sie die bekannten Schwierigkeiten hat. Es ist admirable gemacht, aber nicht mein gusto. Ich ziehe Unamo bei weitem vor. Ein leichtfüssigerer Geist!”

[15]En la carta Domin comete errores debido aún al desconocimiento de la materia sobre la que escribe. Hilde Domin se refiere al “ Ruedo Ibérico” de Valle – Inclán y a Miguel de Unamuno. Ambos autores serán incluidos posteriormente en la antología que ella coordinará Spanien Erzählt en 1963.

[16]Op. Cit. 6. Pág. 283. “ Von Ricardo noch nichts gehört. “

[17]Domin, Hilde: Nur eine Rosa als Stütze. S.Fischer Verlag, 1959. Frankfurt.

[18]Op. Cit. 6 . Pág. 237: Carta de Hilde Domin a Erwin Palm en Ciudad Trujillo. Fechada el 11 de septiembre de 1952.  Domin le dice en relación a todo el asunto con María Luisa: “ Sei gut zu Dir, mein Herze. Du bist infam zu Dir: Ruinier Dich nicht, mon petit, zerstör nicht das Wunder in Dir”
      Unos días más tarde le envía otra carta fechada el 28 de septiembre: “ Zum Beispiel liesse sich, mit etwas gutem Willen, der ganze Complex Maria Luisa anders ansehen, und anders behandeln. Soweit ich verstehe, zerfällt er in zwei, natürlich ineinander überlaufende, Complexe, und Du tust. Dein Möglichstes Deine eigenen Gefühle zu verunklären”. Traducción de la autora del artículo.

[19]Revista Cántico. Octubre 1957. Córdoba.

[20]Se refiere al pintor Vela Zanetti y a su pareja por aquel entonces, la poeta Sabka Goldberg. Gran amiga de Hilde Domin. Sabka tradujo algunos de los poemas de Domin al español y publicó en el número 56 de la revista Caracola en junio de 1957 por mediación de Hilde Domin.


[21]Op. Cit. 6. Págs. 264-265: “ Ich schäme mich so, ich schäme mich so für uns beide.....”. Traducción de la autora del artículo.