Transparente
Rosario Troncoso
Ed. La isla de Siltolá. Col. Tierra
Sevilla 2014.
60 págs.
“
Morir es un arte, como cualquier otra cosa / yo lo hago
excepcionalmente bien/... es muy fácil hacerlo y guardar la
compostura” ( Sylvia Plath ) . Transparente
es el último libro de la poeta Rosario Troncoso ( Cádiz, 1978 ) y
si en el verso de Plath cambiáramos “morir” por “ desfallecer”
nos serviría para definir el tono de este libro. Un poema como
Deuterofobia nos da
una idea: “ Trae el viernes la dosis de anestesia/ que diluye el
dolor de la semana/ Porque duele la gente....enferma encontrar restos
de verano”; o Apatía: “ Mucho
mejor fluir/ que la corriente arrastre del todo/ esta apatía
congénita....Dejar ir la existencia. Dejar de negociar”. Porque el
desvalimiento o la melancólica pesadumbre de la nostalgia es quizás
la columna vertebral de este poemario. Si escribir es exorcizarse, el
poeta se libera aquí de todos sus fantasmas a través de estos
versos. Asistimos al reproche por el abandono ( “Me dirás tú cómo
será posible,/ no buscarnos, imantados a diario...” ) , por no
saber recomponerse de esa ausencia ( “ Eres un desastre para
pintarte las uñas/... Sobrevivo a pedazos ), la desesperanza en
Duelo ( “ El intenso
frío de las cenizas/ no tendría que ser para nosotros ) o el
desamparo ( “ En diez o doce cajas cabe/ la vida entera de mamá”
).
Transparente
recoge así un total de 41 poemas estructurados en dos apartados
titulados “ Derrivos controlados”
y “ Ya no son infalibles las rutas conocidas”. En
la primera parte de la obra el lector presencia el diálogo entre el
yo poético y una segunda persona ( “ Me dirás tú” , “Tú
sabías que no era suficiente” , “ Eres un desastre para pintarte
las uñas” , “Son todos los poemas que hablan de ti” , “
Nunca quise irme, deshabitarte “ ). El amor ausente, perdido hace
ya tanto tiempo que no causa dolor o rabia, sino tristeza y desamparo
es el tema de la mayor parte de los poemas. En “ Ya no
son infalibles las rutas conocidas”, la
voz poética traslada este sentimiento al mundo de lo cotidiano, a la
pérdida de los amigos, el trascurrir del tiempo en la vida mundana,
pedestre ( “ cuando empiezan a morir los amigos”, “
Tanta niebla en cada día que viene”,” El extraño silencio del
jardín”, “ La certeza de que todo se acaba/ enmudece los
pájaros” ), y se extiende
hasta abarcarlo todo: la casa, la familia o el trabajo.
Transparente
hunde sus raíces directamente en la mejor tradición postrromántica
femenina ( Pizarnik, Sylvia Plath, Virginia Wolf...) . La realidad se
nos presenta como algo frío, helado en el que las formas se fluyen o vagan ( “ Sin diluirse tu rostro” , “ Abandoné las
formas, ahora vagan ciegas” ), las huellas de los ausentes pueblan
el mundo de los vivos ( “ Sí los dedos del tiempo,/ esas sombras
sulfúricas...”, “ Una corriente ensueña tu silueta en las
cortinas”, “ Todos los que ocurrieron ahora son fantasmas” ).
El libro está plagado de exquisitas imágenes que nos transportan
hacia un mundo etéreo, sutil, situado justo en la frontera de la
realidad y el sueño, entre lo pasado y lo presente, en un mundo
transparente y a la vez, perceptible por todos. Se diluyen las
coordenadas del tiempo y del espacio y todo se funde con una elegante
delicadeza. El uso de la metáfora junto con un dominio magistral de
la sinestesia ( “ humus nutritivo”, “ los silencios
amaestrados” , “ el miedo químico”, “ transparente mi
sombra” ) son quizás los aciertos de la poética de Troncoso.
“ Morir es un arte”. Sí. Pero no un arte al alcance de
cualquiera. Languidecer con versos como: “ Como se atreve / el día
a amanecer/ sin ti”, “ Abandonar el sol / y olvidar las
naranjas”, “ No es natural desaprender a vivir” , “ Nunca
quise irme, deshabitarte”, es definitivamente saber morir “ ya
vacía de azules, de voces , poemas”.
Gema Estudillo
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