Antes
de que olvides
Editorial
Anantes.
Sevilla,
2016
80
págs.
ISBN
978-84-944814-0-6
Por
Gema Estudillo
Antes
de que olvides
( Ed. Anantes, Sevilla 2016 ) es el quinto poemario de María
Jesús Soler Arteaga ( Sevilla, 1977 ). Soler es doctora en filología
hispánica y profesora de Lengua y Literatura. Además de sus cinco
libros, ha participado en varias antologías y colabora en diferentes
revistas literarias. Antes
de que olvides
es un libro intimista que propone un recorrido emocional por cada uno
de los rincones importantes de esa imponente ciudad que es París.
Visitamos en sus páginas la librería Shakespeare&Co (“ Alguna
vez te hablaré/ de aquel viaje a los infiernos...” ) ,
Montparnasse ( “ a las calles cuadriculadas/ de Montparnasse para
ver/ los ángeles bajo la lluvia” ) , La Madeleine ( “ Sé que
hay remedio para tanto mal,/ para el dolor que se vuelve crónico/ y
hace mella día tras día) . Le Quartien Latin ( “ Aquellos versos
de Paul Eluard/ leídos en las escaleras/ que llevan hasta el río...
“ ) , Le Louvre ( “ Hay un amor que no se exhibe/ en las paredes
de un museo... “ ), Nôtre Dame ( “ Luz. Somos luz. Éramos
luz./ Destellos en la madrugada/ ), La Gare d´Austerlitz ( “
Después de atravesar la noche,/ los mapas, las señales,/ ), Le
Champs-Élysées ( “ Estos pies doloridos y cansados/ son la
muestra prosaica/ de la vida como camino, ),...
Antes
de que olvides
es el intento desesperado, e incluso doloroso, de registar en alguna
parte del cuerpo o de la memoria cada una de las emociones que han
ido sacudiendo el corazón del viajero durante la visita. De este
modo, el poemario nos presenta un paisaje urbano agrisado sin ser
gris, lluvioso sin grandes tempestades, iluminado por las suaves
luces de la ciudad sin deslumbrar, lleno de cafés, puentes, amantes,
callejuelas, boulevares y jardines. Y la ciudad crece, amansa los
corazones, envuelve a los amantes en una especie de languidez, de
melancolía dominical llena de cafés, librerías y museos en los que
resguardarse de la lluvia.
El
gran logro de Soler es su tono íntimo, sensual y decadente que
acerca al lector y lo coloca en la posición de confidente lejano al
que le cuenta en un susurro aquello que no debe olvidar. Soler juega
con la cadencia del verso, el uso de paralelismos y de la epifrasis
para conseguir ese tono de languidez que le hace sentir al lector
parte integrante del viaje. Cierto es que hay ciudades de las que uno
no puede escapar sin que nos dejen huella. París es una de ellas y
vale la pena dejar que María Jesús Soler nos haga de cicerone.
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