jueves, 3 de enero de 2019

JOSÉ LUIS FALCÓ. Fragmentos de Café Woodoo

José Luis Falcó (Valencia, 1952) ha sido profesor de Teoría de Literatura de la Universidad de Valencia. Coautor, junto a Fanny Rubio, de la antología Poesía española contemporánea (1939-1980) (1981) y autor de diveros estudios y artículos en Revista de Occidente, Ínsula, Turia, La manzana poética, Rústica española y un largo etcétera. Codirector de las colecciones Septimomiau y Quervo y de la revista de crítica contemporánea Prosopopeya, en la que dirigió, junto a Antonio Méndez Rubio, el volumen Cánon de la crítica y crítica del cánon (1980-2005) (2007). Editor -selección y prólogo- de Mansa chatarra, de Francisco Ferrer Lerín (Jekill & Jill, 2014). Ha publicado también los siguientes cuadernos y libros de poesía: Lebrel de sombras (1978), El Encanto de la Serpiente (1980), Paisaje dividido (1981), Diez fragmentos en abril (1984), Paisaje dividido (Poesía 1978-1982) (1988), Siete sueños más tarde (1996) y Penúltima piel (2016) y Café Woodoo  en Las hojas del Baobab ( 2017 )


Desde el vientre
de todas las palabras

                           llegan
las más cercanas,

las que hacen dos veces
compañía cada noche

--mientras el sueño dobla
esquinas y relojes

y el viento del durante
para cerrarse después.

            * *

Noche al norte
                            
fue el lugar
donde cantó el grillo.

Lugar
del frío abandonado

(una jaula sin aire
entonces
la conciencia)

--reloj sin tiempo en los espejos,
rumor
de agua y nada,

mientras el grillo canta,
mientras tu ausencia.

     * *

Solo el hueso,
                      los huesos
de estos versos,
                     lo apenas
entrevisto,
                     lo casi
no entredicho

-la distancia insalvable,
el aire que separa

un cuerpo
de otro cuerpo,

un verso
de otro verso.
    **
Nadie anda
en las calles.

Nadie duerme
en las casas

--los edificios
                        de agua
las aceras
                   fluyendo

solo pueden ser vistos
desde el lugar del loco.

    * *

                      (César Simón)

Buscó la palabra estar,
un lugar
a la sombra,
un jardín
tal vez.

Un descanso propicio
a su extrañeza.

La extrañeza de ser
en cada instante
solo el eco de nada.
Esa nada tal vez.

     * *

Le amenaza
el no saber,

Una constante sensación
de ausencia en la penumbra

(ausencia que se llama
de uno mismo,

latido en un solar
a flor de escombros).

Le amenaza
el no saber,

-absorto, así,
sin más,

de pie,
junto a la vida.

  **
 Todo fue, se diría,
mientras
a ciegas
acaricias la penúltima piel,
mientras
cualquier recuerdo
parece profecía,
en esta vieja campana que se dice de cristal.

        * *         
      
                  (Paul Celan)
                                                                    
Siete rosas más tarde, dijiste,
volveré a nacer,
ahogado,
entre los hombres.

Ahogado entre los hombres
volveré a nacer
siete sueños más tarde
en idéntico círculo de sueño.

        * *

La sensación
de permanecer sumergido
procura más dolor en suspensión de tiempo
que el caracol de tus entrañas.

Intervalos de vida
entre quirófanos mugrientos,

serpientes ensartadas
--y qué final.

        * *

Sentirse en ese estar extraño.

Ocupar un lugar,
inhóspito.

Desalojar el aire.

Estar ahí,
estar aquí.

Sierpe de tiempo.

Espiral de humo.

    **

Nada quedó de ti
sino un lugar desposeído,

Otro cuerpo
Y su escritura.

 ( Café Woodoo, Las hojas del baobab. 2017 )






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